Cuando Alejandra Rodríguez y su padre, Roberto, entraron por primera vez a la casa solariega donde está su restaurante, situada en la céntrica calle Corredera de Lorca, sintieron un flechazo. “Fue entrar y enamorarnos. Lo tuvimos claro: esto es lo que queremos para nuestro restaurante”, cuenta Alejandra, la chef de este establecimiento.
Basta con echar un vistazo al entorno para entender el porqué: una casa con 100 años y tres plantas de techos altos, ventanas muy grandes, suelos originales y un encantador patio interior, rehabilitada con un mucho gusto y adaptada para que fuera un restaurante diferente compartimentado en pequeños salones.
“Quisimos mantener la esencia de la casa y adaptarla para que fuera un restaurante pero con poca intervención, la mínima”, apunta Alejandra. “No tiramos paredes, conservamos el suelo que pudimos y todo lo que hemos podido, lo hemos mantenido”.
Así han logrado crear un lugar con mucho encanto, situado en el centro de Lorca, de esos que se han hecho un nombre a base de trabajo y buen hacer hasta provocar que no sea fácil encontrar sitio los fines de semana ni los festivos. La labor combinada de la hija y el padre, hostelero de toda la vida, ha dado unos frutos en un lugar donde degustar una cocina clásica regional de gran calidad.
“Desde pequeña ya lo tenía claro”, cuenta Alejandra, que creció en las cocinas de los distintos establecimientos que regentaba su padre. “Era lo que vivía y siempre me había gustado. Me metía en la cocina y preguntaba de todo. Ha sido muy vocacional”.
Hace ocho, después de finalizar sus estudios de Dirección de Hostelería en la Escuela de Hostelería de La Flota de Murcia, se planteó con su padre poner en marcha algo propio. “Entre los dos nos planteamos abrir Casa Roberto, buscamos el sitio y empezamos”, explica. No obstante, a pesar del nombre que le pusieron al restaurante, el relevo generacional se ha impuesto y ahora es ella la que lleva las riendas y “mi padre me echa una mano”.
PROPUESTA GASTRONÓMICA
La propuesta de Casa Roberto está basada en una cocina tradicional regional y nacional con toques vanguardistas. “Intentamos dar la mejor calidad al cliente con producto fresco, de temporada y lo más cercano posible”, asegura la chef, que defiende una cocina clásica con toques modernos y tiene como referente a María Gómez, de Magoga.
“Ahora es muy fácil ver el trabajo de otros cocineros y restaurantes y aprender. Salgo a comer a restaurantes que me llaman la atención. David Muñoz me encanta pero mi cocina no tiene nada que ver ni me veo haciendo eso. Pero todo inspira”, señala.
La carta se divide en entrantes fríos y calientes, carnes y pescados, innovando con algunos productos. Entre sus clásicos está la paletilla de cordero al horno a baja temperatura, el pulpo de roca a la brasa, el tataki de atún o lubina con patatas a la pobre con alioli de manzana.
En el apartado de postres destaca la ‘tarta chajá’. Lleva bizcocho, nata montada, melocotón en almíbar y merengue seco. Y es la mejor forma de terminar una comida en esta joya gastronómica. “Mi padre lo lleva haciendo toda la vida. Es uno de nuestros postres estrella”, concluye Alejandra.
CASA ROBERTO – Dirección: C. Corredera, 21 (30800 Lorca, Murcia). Teléfono: 968 44 25 58.
