LADY MARIAN​

Tutti Frutti Lifestyle

Rebajas, rebajas

Picture of Redacción 'The Gastro Times'

Estamos casi a mediados de febrero, una interminable sucesión de días tan fríos que, inevitablemente para una summer girl como yo, consiguen bloquearme.

Odio trabajar en invierno y apenas me apetece pasear, así que me asomo, con una mayor voracidad a esa ventana virtual que nos conecta a todos.

Los horribles letreros de REBAJAS, me aterran. Los artículos expuestos en los escaparates están demasiado vistos y piden a gritos ser renovados con aires de la aún lejana primavera. Los escaparates en rebajas lucen tristes y alicaídos, se asemejan unos a otros, son los mismos en cualquier ciudad, de cualquier país. Maldita globalización.

Sentada sobre una mullida alfombra y comiendo un bombón, reflexiono sobre el arte de comprar en rebajas y lo innecesario de dejarse una parte del sueldo en ellas… Es un pequeño placer culpable como cuando lo gastas en comer y beber…

Aunque, sinceramente, creo que no hay mejor forma de gastar tu dinero. Y me pregunto, ¿qué pasaría si los restaurantes decidieran hacer rebajas en sus platos, en su menú y en su bodega? ¿Salvarían la costosa cuesta de enero?

Mientras me como con fruición un segundo bombón, pienso que la vida es una inesperada sucesión de rebajas. Rebajamos nuestros sentimientos, nuestro amor propio. Rebajamos nuestras amistades e incluso, a veces, nuestra conciencia.

Por lo tanto, no me parece tan descabellada la idea de rebajar los platos de los restaurantes. ¿Qué os parece mi idea?

Besos de parte de una glotona en plena cuesta de enero.

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