El pórtico del Mar Menor, que es como se le conoce al pueblo de Los Belones, pertenece a la diputación del Rincón de San Ginés, extenso territorio en la zona más oriental del municipio de la Trimilenaria, asomada a los dos mares, Menor y Mediterráneo e incluye parte de La Manga Club. Limita con la Diputación de El Beal y los municipios de San Javier y La Unión.
Los Belones, para algunos es un pueblo un poco inglés, en su calle Mayor, de extremo a extremo, cuenta con toda clase de servicios inmobiliarios, financieras, temas turísticos, intermediación, restaurantes y todo lo que puede ofrecer una ciudad y en dos idiomas todos los anuncios. Su crecimiento ha sido espectacular. En el año 1940 tenía 274 habitantes de derecho y 135 viviendas de una sola planta. En la actualidad, es un pueblo feliz, comercial, industrial y de servicios de todo tipo. De alguna manera todo su desarrollo gira en el entorno de La Manga Club Campo Golf. En la actualidad tiene una población cercana a los 2500 habitantes. Cuentan que en el año 1776 llegaron a Cartagena, procedentes de Alicante los hermanos José y Manuel Bellón, eran hombres de negocios que decidieron invertir en tierras, adquirieron 206 fanegas de tierra conformando una hacienda cercana a dos fuentes, la Fuente Grande y la Fuente Chica, muy cerca de la localidad de Los Belones y rincón emblemático para todos sus vecinos, cuya toponimia procede de los hermanos Bellón.
Este enclave singular, situado entre el mar y el campo, ha hecho de la convivencia en tan singular pueblo sea su principal bandera. Los Belones de hoy supone una mirada al futuro, guardando la esencia de antaño y que se dejar sentir especialmente en su exquisita gastronomía, recuperando su rica cocina tradicional y la internacional, todo ello en esa emblemática calle Mayor que es el epicentro de la buena mesa de la zona.
En esa calle Mayor y en el número 86, se encuentra el restaurante Pablo Guardiola, regentado por la misma familia desde 1929, cuando se fundó en los baños de San Leandro y que lo empezó su tío Luis. Actualmente, Pablo en sala y Juani en cocina están al frente de un extraordinario equipo de jóvenes profesionales que mantienen la tradición en la cuarta generación familiar.
Un local diseñado en ladrillo visto y con unos arcos abovedados, con toques de madera y forja que lo convierten en un espacio intimo y acogedor, reinando el ambiente de una bodega riojana.
Pues en una noche de ensueño, Pablo y Juani ofrecieron una cena muy especial al Club Murcia Gourmet. Y me van a permitir que se la detalle, por lo singular de la misma. Empezamos con un crujiente de crespillo con ensaladilla y anchoa en salazón. Continuamos con unos langostinos, recién sacados del Mar Menor, que estuvieron regados con un Montenovo de D.O. Godello. El tercer plato fue un lomo de bonito en escabeche con miel, con un vino Mina de Oro de Luzón. Seguimos con unas delicias de algas wakame con salsa wasabi-mayo y agridulce de pistachos, regado con un moscatel seco. Le tocó el turno aún plato de chapeau: una vieira asada con hígado de patos, frutos secos y crujiente de cristal con un aceite para rebañar el plato con sopa de pan, regado con vino Flor Malves. El sexto plato, un lomo de dorada de estero con arroz negro de sepia, maridó de lujo con un Parajes rosado. Terminamos con un medallón de cordero del Parque de Calblanque, de la ganaderia de El Carpio, con una salsa de vino Monastrell, verduras de mercado y un vino Terrajes. El punto dulce fue sopa de frutas tropicales con helado de coco y una mini tarta de manzana con un auténtico chambi, acompañado de un vino de hielo.
Extraordinaria velada la vivida por el Club Gourmet, con un invitado muy especial David Hernández, presidente de David Wine, que nos habló de sus vinos y sus empresas en China.
Y después de tan singular cena y charlas, les dejo con una reflexión: «La astucia del zorro es mejor, que el olfato de buen cazador».
Tomas Martínez Pagan es miembro de la Real Academia de Gastronomía de la Región de Murcia.