Lo confieso, soy una neo romántica gourmet en ciernes, con vocación por la melancolía que me produce el pasado, su sabor, olor y vivencias.
Adoro el rescate de técnicas tradicionales, la conexión emocional con los ingredientes y el énfasis de la estética como vehículo para contar una historia. Porque cada plato, cada receta esconde una.
Y esa historia, triste, alegre, conmovedora nos hace amar ciertos platos.
Un ejemplo de esta cocina neo romántica es el restaurante danés, Noma. Tuve la suerte hace unos años, durante mi estancia en Copenhague, de visitarlo y disfrutar de esta cocina evocadora, sabia, que casaba a la perfección con una decoración limpia, fresca y minimalista, tan propia de la estética danesa.
El chef de Noma, Rène Redzepi, popularizó el “foraging”, rescatando ingredientes silvestres, de los frondosos y ricos bosques daneses e incorporándolos a su creativa cocina y enriqueciendo la historia de cada plato .
Todo un placer para una neo romántica como yo.
Si tienen oportunidad, Noma bien vale un vuelo a Copenhague.