Oigo en sueños el Himno a la Virgen de la Fuensanta… A lo lejos escucho la resonante y profunda voz de un barítono local. Puedo sentir su inmensa devoción a nuestra virgen… y así despierto y pienso que poco se habla de las hermosas Fiestas de Primavera de la Región de Murcia. Cuando la ciudad se viste de gala con flores y en sus calles solo se huele a claveles, jazmín y azahar .
Este pasado martes, miles de nosotros arrasamos las calles con nuestra mejor sonrisa y ataviados con el traje tradicional, llenos de ilusión, no podíamos estar más guapos, hombres, mujeres y niños.
La cocina murciana, bebiendo de las fuentes de la huerta de Europa, demostró con sus zarangollos, morcillas, michirones y paellas y paparajotes , que como aquí, no se come en ninguna parte. Las caras de satisfacción de autóctonos y foráneos lo decían todo.
Aún quedan fiestas por disfrutar y el Entierro de la Sardina es la reina, marcando al compás de charangas, el final del Carnaval y el inicio de la Cuaresma y así, entre flores , sardineros, juguetes y baratijas, aún nos quedan excesos por cometer y disfrutar hasta la quema de la Sardina.
Que Murcia es única, no hace falta decirlo, que nuestro folklore es muy especial, tampoco. Asi va avanzando esta cálida región, sin pedir permiso, con la frente alta y sin renegar de nuestras tradiciones.
¡Viva Murcia y los murcianos!