Está feliz Jie Lin. De resaca emocional tras recibir anoche (jueves) el premio en la disciplina de Gastronomía del certamen CreaMurcia 2024. Lo consiguió con su innovadora ‘Olla de cerdo CCCC’, un reto culinario inspirado en las raíces murcianas que Lin reinterpretó sorprendiendo al jurado. “Es una fusión de sabores entre Murcia y China, con el caldo del guiso y dos dumplings con el resto de los ingredientes”, explica enzarzado en ultimar los detalles para la apertura de su nuevo local, Madre Tigre, que cuenta con una sola mesa y donde persigue «dignificar y dar valor a mis raíces y a los sabores con los que me criado”. Un concepto innovador que debe estar listo la próxima semana para recibir a los primeros clientes.
Lin se crio a medio camino entre dos culturas, la china y la murciana, ya que su niñera, a la que llama abuela, era de aquí. “Ella me llevaba mucho a la huerta y me enseñaba los productos, los platos como los arroces, las verduras, todo”, cuenta. Cuando creció un poco, era habitual verlo en la cocina del restaurante chino de su familia en Molina de Segura. “Recuerdo de pequeño estar allí y que mi madre me prohibiera entrar en la cocina. Supongo que no quería que le cogiera cariño a la profesión por saber de primera mano lo duro que es”, cuenta. Pero, aunque saltarse las normas conllevara castigos, siempre acababa colándose. Las madres chinas son muy estrictas y autoritarias, y la suya, confiesa, “es muy china. Yo la llamo ‘madre tigre’», por su forma de mezclar el amor de una madre con la búsqueda exagerada de la excelencia de un hijo.
Eso, en ocasiones le ha llevado a sentir presión, aunque con los años ha sabido transformarlo en una rebeldía cariñosa frente a lo que se esperaba de él. Por eso, cuando su familia le aconsejó que estudiara hostelería, él se decantó por Bellas Artes buscando desarrollar su faceta más creativa. Pero la vida le acabó llevando de nuevo hacia el ámbito gastronómico. Tuvo la oportunidad de trabajar en Kokoro, “una experiencia chulísima en la que vi que podía explotar el potencial de la creatividad en la cocina”. Así que decidió estudiar en el Centro de Cualificación Turística, y después hizo prácticas en Almo, con Juan Guillamón, en Lienzo (Valencia), con María José Martínez, y finalmente llegó a trabajar con la familia Kao en Barcelona, los mayores referentes en cocina asiática de España. Fruto de esa experiencia y del bagaje familiar surgió el proyecto gastronómico que está a punto de inaugurar y al que le ha dado el nombre del apelativo cariñoso de su madre.
PROPUESTA GASTRONÓMICA
Madre Tigre es un local de una sola mesa con capacidad para 10 personas. Aquí no hay platos sino comida para llevar en cajas o consumir en la única mesa y compartirla con quien haya. “La cocina china en España no es lo que se vende”, asegura Lin. “Hay una variedad infinita de platos muy sabrosos que no tienen nada que ver con lo que estamos acostumbrados». El concepto de comida china en España basado en clichés quiere cambiarlo aquí. “Este restaurante no es solo comida, es cultura e identidad”, indica. No reniega de los rollitos de primavera ni del pollo con almendra pero no los van a encontrar en su carta. “La cocina china fue simplificada por las primeras generaciones que llegaron a España porque aquí no estaban preparados para para esos sabores. Pero ahora sí”, señala.
Por eso, en Madre Tigre busca hacer un homenaje a la “auténtica comida callejera china” y a su madre, “que es un enorme referente para mí y por ella y su enorme sacrificio puedo dedicarme hoy a lo que hago”, destaca. Eso significa no occidentalizar esa gastronomía china ni sacrificar lo puro por lo conocido. “Nosotros no adaptamos los platos, nosotros te llevamos a las calles de China”, subraya.
La carta tiene una amplia variedad de Dim Sum, los dumplings chinos que ahora cuentan con tantos adeptos. Son completamente caseros y los hay tipo bao, wonton o jiaozi, con verduras, carne o gambas.
También se puede disfrutar platos como la berenjena de sweet chilly casera, el Char Siu, con secreto de cerdo, el Siu Mai Fish Ball, muy típico de la calles de Hong Kong, con un caldo de curry, las albóndigas de pescado, “muy callejero», o los caballitos al estilo chino con pimienta de Sichuan y pasta de wonton. Y de los principales, un imprescindible que recomienda son los Shangai Noodles, con salsa de cacahuete, copos de chile y jugo de lima. “A mí es uno de los platos que me vuelven loco”, asegura.
De martes a jueves estará abierto a mediodía, viernes y sábado todo el día y domingos noche. Y de lunes a jueves ofrecen esa única mesa que tienen para mesas privadas de 4 a 10 personas bajo reserva. “No queremos ser un restaurante al uso, queremos ofrecer mucha experiencia y traer un concepto diferente e innovador”, concluye.
MADRE TIGRE – Av/ Francisco Jiménez Ruiz, 8 (30007-Murcia). Teléfono 868 164 702.