Hannibal, fuego y brasas con una elegancia salvaje

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En Hannibal hacen unas empanadillas tradicionales colombianas que son una auténtica delicia y el resultado de un largo y laborioso proceso que se prolonga a lo largo de dos semanas. En mi familia la receta lleva más de 100 años y ha pasado de generación en generación. Es una joya”, explica el chef, Sebastián López, que dirige este local ubicado en el Campus de Espinardo junto a su socio, Juanjo Arias, ambos colombianos pero afincados en Murcia desde niños. Explican que las empanadillas de carne son a Colombia lo que el pastel de carne a Murcia: un emblema gastronómico. “En Hannibal puedes encontrar una carta muy variada, con platos de aquí y de allá. Cuidamos mucho el producto y queremos contar quienes somos a través de nuestros platos”, aseguran.

Hannibal nació en plena pandemia como un catering a domicilio. “Nace por una necesidad. Tú no podías acudir a un restaurante y empezamos a hacer unas barbacoas Ofyr y catering en exterior con showcooking. Llevábamos el restaurante a casa y hacíamos todo lo posible para que la gente pudieran vivir una experiencia diferente a pesar de la situación”, explica Juanjo.

Con el tiempo, el boca a boca hizo que cada vez tuvieran una mayor demandada, a veces difícil de satisfacer, y decidieron que la solución pasaba por montar un restaurante donde hacer lo mismo pero para muchas más personas. El espacio que tienen ahora, amplio y con mucha luz natural, tiene capacidad para 70 personas, a las que hay que sumar una amplia terraza con otra docena de mesas que además es donde hacen sus famosas barbacoas con showcooking donde el fuego y las brasas son las grandes protagonistas.

“Nuestra propuesta está basada en las brasas, con un toque ahumado, que es el hilo conductor de todo. Es una cocina ancestral, auténtica. Por eso nuestro lema es ‘elegancia salvaje’. Todos sacamos nuestro lado salvaje cuando tenemos hambre”, señala Sebastián. “La carne nos identifica mucho: quien quiere una buena carne, sabe que aquí va a disfrutar. Un buen T-Bone, por ejemplo. Pero también nos gusta hacer verduras, pescados o buenos arroces”. De hecho, la plantilla del Real Murcia despidió la temporada 2023/2024 con uno de esos arroces.

“No queremos ser un restaurante normal sino que la gente se sienta como en casa con nosotros. Por eso ofrecemos una experiencia más amplia: la cocina vista, el showcooking, cocktelería,…”, indica Juanjo. De hecho, en este restaurante realizan actividades y eventos diversos prácticamente todas las semanas y una vez al mes se embarcan en algo más destacado con lo que sorprender a la gente.

PROPUESTA GASTRONÓMICA

La carta es muy cambiante. En un par de semanas entrará la del otoño y les gusta realizarla teniendo en cuenta los productos de temporada. “Tenemos la suerte de tener productazos y nos gusta aprovecharlos. Intentamos respectar el producto, intervenir muy poco. Y también tener platos de aquí y de Latinoamérica”, explica Sebastián.

Tienen varios aperitivos que representan su niñez en Colombia. El mejor ejemplo es el de las empanadillas de maíz. En su elaboración emplean todas las técnicas tradicionales de la cocina colombiana. Primero se fermenta el maíz, luego se muele, después de hace la masa y se deja añejar durante días. El relleno se hace con una carne llanera (se llama así porque es originaria de los llanos de Colombia), que se cuelga y se deja ahumar durante unas seis horas, para después cocinarla a baja temperatura durante otras 24 horas. El resultado es una carne que se deshace en boca. En total, el proceso se prolonga a lo largo de dos semanas y el resultado es espectacular: un plato sencillo, popular, y cargado de sabor.

“Es mi madre la que viene todas las semanas para hacer producción. Es ella la que sabe darle la forma”, cuenta Sebastián. Requiere una pericia especial porque en su familia idearon la empanadilla de cuatro picos en vez de dos, como es habitual, lo que las hace muy preciadas.

Otro de los aperitivos muy colombianos es el patacón frito de plátano macho con coctel de langostino, salsa de tomate picante y cilantro. La croqueta de rabo de toro a la brasa también es obligado probarla. La sirven con un alioli de ajo y miel y es suave y jugosa. Otros platos destacados son el carpaccio de vaca ahumada o el ceviche de corvina con salmuera de naranja, un plato que Sebastián aprendió a hacer cuando estuvo trabajando en Perú. “Soy un loco del ceviche. Estuve trabajando en Perú y aprendí mucho. Su gastronomía está en el top mundial. Intentamos aprender de todos los sitios donde hemos estado y contar quienes somos a través de nuestros platos”.

TERMINAR CON UN BUEN CAFÉ

«El final feliz de una comida no es el postre, es el café”, asegura Juanjo, que es barista y subraya que “como buen colombiano, es un producto que defiendo y trabajo con todo el amor del mundo. Me gusta jugar de muchas maneras con el café. Que no sea algo automático, y sorprender».

Trabajan con café de especialidad, de diferentes orígenes y con la temporalidad por delante, que es igual de importante en el café que en cualquier producto. “Café fresco es lo que quiero ofrecer aquí y con la forma adecuada de elaborarlo”, indica. Además, también quieren incorporar una tienda gourmet con café propio y productos que ellos elaboran, como las salsa chipotle o la mantequilla ahumada, para que cualquiera pueda comprarlos y disfrutarlos en casa.

Otro de los plus de Hannibal es comer rodeado de obras de arte. Actualmente, las paredes de Hannibal acogen las obras del artista Lido Rico. “Hemos tenido la fortuna de que quiera colaborar con nosotros. Nuestra idea es tener exposiciones todo el año. No queremos ser una restaurante estático. ¿Por qué no podemos fusionar el arte de comer con otros tipos de arte?”, concluye Juanjo.

HANNIBAL – Dirección: C/García Márquez, s/n, 30107 Guadalupe, Murcia. Teléfono: 674 70 64 54.

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