Sus puntuaciones en la revista ‘Wine Advocate’ (El abogado del vino), la publicación digital que fundó el crítico estadounidense Robert Parker y es la Biblia de la enología mundial, pueden hacer que un vino triunfe o que se hunda en la miseria. Luis Gutiérrez (Ávila, 1965), ‘el hombre de Robert Parker en España’, es uno de los críticos más respetados. En sus manos está el futuro de muchos vinos y viñedos de España, Portugal y la región francesa de Jura. Cata la friolera de 4.000 vinos al año y asegura que aún encuentra algunos que le sorprenden. Suya será la selección de vinos que se catarán en la próxima Gala de la Guía Michelin, todos de la Región de Murcia.
¿Cómo acaba siendo el hombre de Robert Parker en España? Creo que era muy crítico con la guía y sus parámetros.
La verdad es que sí. He sido aficionado al vino y suscriptor en ‘The Wine Advocate’ durante mucho tiempo. Escribía en mundovino.com (web especializada en vino de El Mundo), donde empecé en el año 2000, hasta que en 2013 me ofrecieron empezar aquí. Catábamos a ciegas y publicábamos un artículo de lunes a viernes, que es mucho contenido. Veía que no me gustaba mucho como iba el tema y era crítico. Sigo teniendo más o menos la misma opinión. El efecto del gusto de Robert Parker y el estereotipo que hizo de que los vinos españoles tenían demasiada madera, tuvo un efecto negativo. Creo que España es mucho más diversa que el estereotipo. De hecho, a mí lo primero que me dijo cuando me contrató es que tenía que hacer una cata de Txacolí, y no creo que haya un vino menos tipo Parker que ese. Al final, la idea básica que tenemos en la guía es de independencia y de la búsqueda de esos vinos que representan los sitios, que no son simplemente resultado de un proceso industrial. Esa es la filosofía. Por suerte, el grupo Michelin, actual propietaria de la guía, está totalmente en esa línea. Es muy difícil en el mundo del vino mantenerse independiente.
Imagino que habrá tenido muchas presiones. Su puntuación puede hacer que un vino multiplique su valor o que se hunda en la miseria.
Lo conseguimos porque tenemos una cantidad de lectores suficiente que nos da esa independencia económica. A la mayoría de las publicaciones no les pasa eso. Tradicionalmente, hemos tenido cerca de 50.000 suscriptores en el mundo. En España, casi siempre ha habido muy pocos. También esa es la causa de que no haya una buena información sobre nosotros. Al final la gente no sabe bien qué hacemos, cómo trabajamos y cuál es nuestro producto. Ve los puntos, que es el resumen muy bestia del trabajo que hacemos, y no van mucho más allá. Antes era una revista en papel, ahora somos 100% digital. Curiosamente, España es el tercer país en generar tráfico en la web después de EEUU e Inglaterra. Tradicionalmente, los países productores hemos sido pocos consumidores de esa información. Son los ingleses y los americanos los que se han dedicado a la crítica de vino. Yo he sido el primer no anglosajón en la guía.
¿En EEUU lo viven de forma muy diferente?
Han adaptado el vino muy bien a su forma de vivir y de disfrutar. Nosotros venimos de un pasado en el que el vino en España no era ni cultura ni ocio, era alimentación, y hay una imagen completamente diferente. Ahora, por desgracia, no somos capaces de comunicar el vino o de sacarlo en televisión, cuando forma parte de nuestra gastronomía. No entiendo la gastronomía sin vino. Es un sector económico muy importante en nuestro país, somos de los mayores productores del mundo, y no se apoya el vino. De hecho, se ponen muchas trabas. Tenemos una gastronomía muy rica y muy reconocida y ocurre lo mismo con los vinos, pero no hay apoyo. Se sigue asociando el alcoholismo al vino y eso está obsoleto.
En este país tenemos más de 4.300 bodegas que producen cerca de 15.000 marcas. ¿Son demasiadas?
Yo te diría que nos faltan bodegas. En Francia y en Italia hay muchas más bodegas, pequeños artesanos que cultivan sus viñas y hacen sus vinos. Aquí aún nos faltan en ese sentido. Igual sobran de otro tipo. Antes había un consumo per cápita muy alto. Ahora se consume menos volumen y más calidad.
¿Cuántos vinos puede probar usted al año? Es un trabajo abrumador…
Hasta ahora he estado catando y escribiendo sobre unos 4.000 vinos al año, que es mucho.
Muchísimo. Casi 10 vinos cada día…
Y hay días que no cato porque también tengo que hacer otras cosas (risas). Pero sí, son demasiados. Estaba haciendo Argentina, Chile, España y Jura, y ahora he cogido Portugal y he dejado Argentina y Chile. La idea es catar unos 2.600-3.000, que siguen siendo muchos. No sólo es catar, es organizar las visitas a las bodegas, viajar, y luego escribir sobre ellos. Al final, probar muchos vinos lo que te da es una experiencia y una base de datos y de referencias de vinos, y rápidamente puedes entender una botella de un productor nuevo y colocarlo en esa jerarquía que hemos creado. Esa puntuación es una simplificación de lo que opinas de un vino.
¿Cuesta que le sorprendan después de catar tanto?
Todavía hay cosas que me sorprenden. Obviamente, no se puede pretender encontrar casa semana o cada mes algo buenísimo. Siempre pongo el ejemplo de que no sale un Carlitos todos los días, es muy difícil llegar a ese nivel. No hay muchas cosas por descubrir pero sí aparecen proyectos nuevos interesantes.
¿Qué vinos despuntan en la actualidad?
Ha resurgido el Priorato, se ha reinventado el Bierzo y la zona de Gredos, donde no existía vino de calidad. Se han mantenido zonas de viñedo como congeladas en el tiempo y que, de repente, ha llegado gente que se ha dado cuenta del potencial que tienen.
¿Cómo organiza su labor?
Voy haciendo cíclicamente regiones para hacer artículos y publicar en la web. Ahora estoy catando vinos de la zona de Jérez y Andalucía. Después será Canarias, Aragón, Navarra y Gredos. De hecho, tengo ahora mismo delante de mí cinco copas con vinos de Jérez. Me mandan a casa porque muchas veces no me da tiempo a visitarlos y cato en casa.
En la Región de Murcia hay tres DO, Yecla, Jumilla y Bullas. ¿Qué opinión tiene del vino de aquí?
Los últimos años el cambio de paradigma en la zona Mediterránea es que los vinos no tienen por qué ser pesados. También pueden ser fresco. La zona tiene el potencial. El potencial del Priorato, Bierzo o Gredos estaba ahí y nadie había hecho nada. Creo que se está recuperando el orgullo de ser mediterráneos. En la Región de Murcia, Casa Castillo lleva años haciendo unos vinos magníficos, y en Bodegas Cerrón están haciendo unos vinos increíbles. Hay una nueva generación de gente joven que está avanzando muy rápido. Van a hacer unos vinazos excepcionales.
De momento, en esta región solo un vino ha conseguido los 100 puntos Parker, Pie Franco, de Casa Castillo.
Es que 100 puntos para mí es algo muy excepcional. La mayoría de las zonas nunca van a tener un vino de 100 puntos. Se tienen que dar unas circunstancias muy específicas. Un viñedo excepcional, una persona con muchísimo conocimiento, una añada… Hay muchas cosas que son incontrolables. Hay miles de decisiones que se tienen que tomar a lo largo del año. Pero el potencial está. En Murcia ya tenemos un ejemplo de que es posible porque ya se ha hecho. Hace falta gente que entienda ese potencial y que sea capaz de llevarlo desde el viñedo hasta el vino.
¿Cuándo viene a catar los vinos de esta tierra?
La zona del Mediterráneo la tengo prevista para diciembre para publicar los artículos a principios de año. Hago una selección, basada en la experiencia y el conocimiento. No te puedo decir lo que voy a catar, pero hay cosas que se deben catar todos los años, luego hago una investigación de qué cosas nuevas hay que ver. En la Gala Michelin (será en Murcia el 26 de noviembre) vamos a tener una selección de los mejores vinos de la Región de Murcia. Vamos a elegirlos intentando que representen la diversidad de la región. Serán dos blancos, un rosado, cuatro tintos y un dulce. El 16 de octubre los presentaremos en Caravaca.
¿Tiene una zona preferida?
Yo te diría que es casi imposible. Lo divertido de España es la diversidad, que hay en muy pocos países. Depende de la comida o de tu estado de ánimo. Si tuviera que beber un solo vino toda mi vida, me moriría de asco. En América no hay variedades locales, son todas europeas. Matarían por tener una variedad autóctona. Tenemos que creer en nuestro potencial y recuperar nuestro orgullo. Y no hay que compararse con nadie.
¿Hay que gastarse un dineral para beber un buen vino?
No, en España hay una cantidad de vinos magníficos a precios bastante moderados.
Por favor, recomiéndeme un par de vinos asequibles que estén muy buenos, de esos que pocos conocen.
Por ejemplo, Pétalos, del Bierzo; La Bruja, de Comando G y El Molar, de Casa Castillo.