RAMÓN AVILÉS

Gastrocine

Bocatas con sabrosura

Picture of Redacción 'The Gastro Times'

Hay días en que cuando vas al cine o te sientas delante de la tele no te apetece llevarte a la boca una película sesuda, de esas a las que tienes que prestar mucha atención para perderte en la trama. Tampoco esas otras que te mantienen en tensión o te hacen dar un salto en la butaca. Si cualquier film te evade de la realidad durante un par de horas, los hay que sólo tiene como pretensión que los termines con una sonrisa.

Son películas amables que se olvidan tan pronto las has visto. Eso es “Chef”, una producción de 2014 dirigida y protagonizada por Jon Favreau, que interpreta a un cocinero de éxito llamado Carl Casper caído en desgracia después de enfrentarse en su propio restaurante a un crítico que le acusaba de ser poco arriesgado en su menú. Un tipo que con su vida convertida en un pequeño caos -divorciado, con un hijo que demanda atención y una ex que hace por ayudarle porque sigue colgada de él- tiene que reinventarse.

Con estas pistas es fácil deducir que la peli cuenta con una generosa ración de superación, cuarto y mitad del amor a la familia y un pellizco de romanticismo que dan como resultado una receta sabrosa y de digestión rápida.

La cultura latina está muy presente en la historia. La chica de Favreau es nada menos que la colombiana Sofía Vergara, lo que confirma que el cine es una fábrica de sueños; su amigo íntimo es otro colombiano, John Leguizamo, secundario de mil batallas; la banda sonora se baila con un pasito aquí y otro allá mientras suenan el piano, las trompetas y los timbales; y la “manduca” está inspirada en la cocina de Cuba.

De hecho, es un bocadillo típico de ese país el que se convierte en plato estrella de la “foodgoneta”. Pan, cerdo asado, jamón, queso son los ingredientes básicos del bocata, a los que se le añade el toque avinagrado de los pepinillos, una pincelada de mostaza y al sabor y el aroma inconfundibles que da la parrilla.

El nuevo Casper deja así atrás la cocina de piloto automático del restaurante para liberarse con un cóctel de imaginación, diversión y alegría que desbordan los bocados que surgen de su food truck, el nuevo negocio que le permite resurgir al tiempo que recupera a su familia. ¿Spoiler? Seguro que no porque esta peli ya la hemos visto antes.

La participación de secundarios de lujo subraya la idea de divertimento que tiene “Chef”. Dustin Hoffman, Scarlett Johansson y Robert Downey Jr aparecen de forma testimonial en la historia. Teniendo en cuenta que los tres tienen la casa pagada, habrá que pensar en su amistad con el actor-director para justificar su presencia.  

Y un último aspecto que “Chef” pone en evidencia es la influencia de las redes sociales, en particular de Twitter. Si esa red social, ahora denominada X, fue inicialmente la perdición del cocinero, después se convirtió en su mejor aliado gracias a las buenas artes de su chaval, que demuestra a su anacrónico padre cómo utilizar bien la dichosa herramienta para que la “foodgoneta” se convierta en el favorito de la gente allá donde le llevan sus ruedas.

Favreau todavía se guarda una carta para el final. Si no era suficiente con que el chef se vuelva a ilusionar con su trabajo y recupere el amor de su familia, hay guinda a este pastel almibarado, pero no desvelaré cuál es por si los lectores me hacen caso y eligen esta película cualquier fin de semana para pasar el rato. Es buena alternativa a los telefilmes austríacos con panaderías donde se reencuentran dos amigos de la infancia y se enamoran después de hora y media de metraje mareando la perdiz.

Ramón Avilés es secretario general de Croem.

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