Bruto, el vino impulsado por el actor Imanol Arias y el publicista murciano Jorge Martínez con la participación de Viñas Familia Gil, celebró su décimo aniversario con un evento multitudinario y solidario en el que se presentó una edición especial que tuvo lugar este lunes por la noche en la terraza del Museo de Los Molinos del Río.
En 2012, el actor Imanol Arias (Riaño, 1956), en pleno apogeo de la serie “Cuéntame”, cuyo papel como Antonio Alcántara lo ha convertido en uno de los actores más populares y queridos de nuestro país, hizo un alto en su agenda para protagonizar “Vicente Ferrer”, una TV movie producida por TVE que se presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Aquella película no solo permitió a Imanol Arias conocer de primera mano la extraordinaria labor de la Fundación Vicente Ferrer en India y dar vida a un ser humano fascinante que eligió la acción como método para luchar contra la pobreza, sino que, a la postre, acabó siendo determinante para el nacimiento de Bruto, un proyecto enológico que tiene a la Región de Murcia como protagonista.
Por aquella época, el publicista murciano Jorge Martínez, autor de reconocidas campañas sociales como “Pastillas contra el dolor ajeno”, “Muchoyó”, o “La Camiseta de Pau”, trabajaba para la Fundación Vicente Ferrer desarrollando diferentes acciones de comunicación, lo que le permitió entrar en contacto con Imanol Arias y dirigirlo en la campaña “Somos la llave que puede cambiarlo todo”.
UN VINO SOLIDARIO PARA CELEBRAR LA AMISTAD
Muy pronto, aquella llave abrió la puerta de una amistad y una pasión en común por el mundo de la enología y la gastronomía, y en una cena en casa del actor, se gestó el sueño de elaborar un vino que no solo fuera la mejor expresión de la uva Monastrell y la DO Jumilla (una zona que Imanol Arias pudo conocer en uno de los capítulos del programa “Un país para comérselo” que protagonizaba junto al también actor Juan Echanove), sino que fuera, además, un vino con karma, un vino “bueno”, inspirados por el espíritu solidario de Vicente Ferrer.
A través del empresario y distribuidor Tomás García, la propuesta llegó a los hermanos Miguel y Ángel Gil, de Viñas Familia Gil, que se entusiasmaron con la idea y se involucraron personalmente con el proyecto, poniendo todo su conocimiento, pasión y experiencia para lograr un vino con una personalidad única, capaz de dejar huella y convertirse en la mejor expresión de una variedad y una zona vitivinícola, en plena expansión, que hoy goza de un reconocimiento al que la familia Gil ha contribuido con sus vinos, presentes en más de 60 países de todo el mundo.
En palabras de Imanol Arias “lo que empezó siendo un homenaje a una variedad de uva por la que sentía interés y pasión, me ha acabado anclando a un terruño, a un paisaje, y a una familia que son, precisamente, lo que convierten a Bruto en algo único”.
Ángel y Miguel Gil, copropietarios del grupo Viñas Familia Gil, destacan que “Bruto ha sido un soplo de aire fresco en nuestra larga historia como elaboradores de vino y nos ha permitido compartir nuestro amor y nuestra pasión por la Monastrell, unida a nuestra tierra y a nuestra familia”.
EL NOMBRE DE BRUTO
Bruto debe su nombre al terreno de “La Tella”, una singular finca ubicada en una ladera escarpada, a casi mil metros de altitud, y salpicada de viejos viñedos de pie franco que sobreviven, milagrosamente, en un terreno pedregoso de un blanco luminoso. Son las uvas de este viñedo, las que permiten cada año la elaboración de un vino que, en tan solo una década, se ha convertido en uno de los iconos de la DO Jumilla.
Todo en Bruto está pensado para no pasar desapercibido y dejar huella, también el diseño de su etiqueta, que, desde la primera añada (2012), cuenta con la colaboración de Ángel Haro, uno de los artistas plásticos más reconocidos de nuestra región, que elabora cada año una obra original utilizando una antigua técnica japonesa de pintura al agua y tinta china que ha ido dando forma a una sugerente colección de cabezas inspiradas en los rostros -curtidos por el sol- de los agricultores que trabajan y cuidan el viñedo.
Lo que empezó siendo un sueño y una aventura, es hoy un proyecto empresarial reconocido, asentado y en plena expansión, con presencia en los grandes restaurantes de la Región de Murcia y de nuestro país, pero también, en mercados internacionales como Suiza, Panamá, China o, más recientemente, Argentina, un país vinculado profesional y emocionalmente a Imanol Arias, donde Bruto fue presentado a comienzos de este mes con el mismo éxito que sus películas y obras de teatro.
BUEN KARMA
Según algunas religiones como el hinduismo o el budismo, el “karma” es la ley universal de causa y efecto, una acción y una energía que se deriva de nuestros actos, nuestras palabras y nuestros pensamientos, y que condiciona nuestras vidas. Su funcionamiento es simple: las buenas acciones dan lugar a cosas positivas, y las malas, a todo lo contrario.
Para Jorge Martínez “la posibilidad de contribuir a ayudar a los demás, es algo que debe estar presente en cada acción que hagamos. Bruto es un proyecto que nos hace inmensamente felices, y una parte de esa felicidad, debe ser retornada y compartida para que sea completa”.
Files a su compromiso solidario y al deseo de que Bruto sea un vino con buen “karma” capaz de generar un impacto positivo en los demás, son ya 12.000 euros la cantidad donada a lo largo de estos diez años por la sociedad, que han ido a parar a entidades sociales como Mensajeros de la Paz, la ONG murciana Cirugía Solidaria, Payasos Sin Fronteras o Fundación Vicente Ferrer, la organización escogida como beneficiaria para este décimo aniversario, una forma de cerrar el círculo, de regresar a aquella mesa y aquella cena en casa de Imanol, el origen de todo.
CELEBRAR UNA DÉCADA
Anoche, en la terraza de Los Molinos del Río, un espacio imponente que se asoma a la ciudad de Murcia y al río al que debe su fertilidad, Imanol Arias y sus socios se rodearon de amigos, familiares y clientes para celebrar el décimo aniversario de Bruto, un acto que contó con la participación de la periodista y presentadora Encarna Talavera, y en el se hizo entrega de un cheque por valor de 3.000€ a la Directora General de la Fundación Vicente Ferrer en España, Luz María Sanz, quién destacó que “nos llena de orgullo que Vicente Ferrer y su labor fuera punto de inicio e inspiración de un proyecto con tanta alma. Nuestra organización sigue trabajando al lado de las personas más vulnerables, siguiendo el legado de nuestro fundador, y ampliando nuestro trabajo a zonas como Nepal”.
Durante la celebración, se presentó y se pudo degustar Bruto X Aniversario, una edición limitada, compuesta de 1.794 botellas numeradas en formato Magnum, protagonizada por una obra del pintor Ángel Haro y una fotografía de Antonio Cores, fotógrafo gaditano famoso por sus fotografías de Pablo Picasso, con quién viajó y convivió, retratándolo en numerosas ocasiones.
Con una crianza de 23 meses en barricas nuevas de roble francés, Bruto X Aniversario es un vino franco y limpio en nariz, con muy buena acidez y un gran potencial de guarda (longevo). Un vino fresco, reflejo del viñedo de altura con el que se elabora, de trago goloso, equilibrado y largo, que expresa todo lo que se espera de un gran vino de Jumilla.