Existen tantas maravillas en una copa de vino como en el fondo del mar. La pasión por el mar y el alma inquieta, hizo que en octubre de 2009 se creará la primera bodega submarina-arrecife artificial del mundo en Plentzia, municipio vizcaíno y una de las dos mitades en las que está dividida la playa que forma el río Butrón en su desembocadura en el mar Cantábrico. La otra mitad corresponde al municipio de Gorliz, estando ambas separadas por el arroyo Txatxarro.
Pues en Plentzia se encuentra la primera bodega submarina-arrecife artificial del mundo, con más de 10 años de experiencia en la investigación del vino submarino. Investigando el aporte que el mar brinda al vino. Fruto de cientos de analíticas y de los magníficos resultados obtenidos nace la Bodega Crusoe Treasure, pionera en la elaboración de vinos que envejecen bajo el mar en botellas dentro de calados submarinos que actúan como un arrecife artificial. Estás estructuras ayudan a la vida marina a reprobar la Bahía de Plentzia. Un entorno incomparable frente al bravo mar Cantábrico, en pleno País Vasco, referente mundial en innovación y gastronomía.
El equipo de enólogos, liderados por Antonio T. Palacios, exploran el territorio en busca de los viñedos más singulares para crear vinos especiales, que reflejan al máximo la influencia del mar. Los viñedos son desde el principio donde centran la máxima atención a los detalles, es norma entre los viticultores y enólogos, para asegurar no solo la transformación del mosto en un vino de calidad excepcional, sino también la mezcla perfecta buscando características únicas y específicas que proporcionan un óptimo potencial de envejecimiento en el mar.
Las uvas provienen de viñedos boutique que nos permiten crear vinos excepcionales de producción limitada de viñas viejas, consiguiendo así el nivel de maduración de la uva y los niveles de concentración deseados para cumplir con los altos estándares de calidad de la bodega. Esto es la base para que los vinos de Crusoe Treasure alcancen la máxima expresión evolutiva.
En la bodega submarina perfectamente situada en el agitado mar Cantábrico, en la costa norte de España, el envejecimiento bajo el agua es un proceso claramente natural que no solo optimiza las condiciones tradicionales de envejecimiento del vino, si no, que además las lleva al siguiente nivel: oscuridad, presión y temperatura constantes, junto con la ingravidez y el incesante movimiento que con lleva las mareas de este bravo Mar.
Todas y cada una de las botellas de vino de producción submarina limitada son una obra de arte natural que cuenta una historia única sobre su viaje, ilustrada no sólo por las extraordinarias características del caldo dentro de la botella, si no también por los distintos crustáceos adheridos a las propias botellas, que luego se envuelven en un lujoso envase inspirado en el mar y diseñado por el artista japonés de acuarela Yusei Nagashima.
Les recomiendo tomar alguno de los tres vinos: Sea Soul (vinos mono varietales), Sea Passion (vino coupage), Sea Legend (vinos de variedad poco frecuente). Disfrutarán de algo distinto y muy singular. Le dejo con esta reflexión:
«Hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino, que en todos los libros», de esta manera pensaba Louis Pastor.
Tomas Martínez Pagán es miembro de la Real Academia de Gastronómica de la Región de Murcia.