Fotografías: Ana Bernal.

Loreto, el restaurante que reivindica el producto local y la sostenibilidad en Jumilla

Concha Alcántara

Nadie es profeta en su tierra, dice el refrán. Algo que Irene y Eva López, que abrieron en 2006 el restaurante Loreto en su Jumilla natal, han experimentado de primera mano. “Muchas personas piensan que esto nos lo encontramos así, pero han sido muchos años de esfuerzo y de trabajo. Nos ha tocado sufrir mucho hasta llegar donde estamos”, confiesa Irene López, la hermana mayor, ingeniera química reconvertida en chef de este lugar donde se reivindica el producto local y la sostenibilidad por encima de todo.

El restaurante Loreto está situado en un edificio modernista del centro de Jumilla. Pertenecía antiguamente a la familia de Bodegas Casa Castillo. Es una casa solariega con más de un siglo a sus espaldas, con dos plantas señoriales, un patio interior y muchas estancias que ahora hacen las veces de pequeños salones del restaurante. La ubicación, sin duda, ha marcado el carácter de este restaurante y le ha dotado de ese ambiente especial que solo poseen los lugares con historia. De hecho, las hermanas han destacado este aspecto a través de varias señales informativas y un vídeo que muestra la tremenda rehabilitación que transformó la antigua vivienda desde 1996 hasta 2006.

“La casa estaba prácticamente abandonada y la idea era reformarla para hacerla habitable”, cuenta Irene López. Poco a poco, la idea inicial se transformó en un pequeño hotel y finalmente en un plan para poner en marcha un restaurante. “A mí me gustaba mucho la cocina pero yo tenía mi profesión. Empecé a ir a la Escuela de Hostelería de La Flota y al final me hice cargo de la cocina, pero tampoco era la idea”, admite.

El proyecto conllevó la inversión de muchos recursos familiares y los comienzos fueron “muy duros”, porque la crisis económica de 2008 las pilló con menos de dos años en marcha y una clientela aún incipiente. Con mucho esfuerzo y perseverancia lograron mantener el restaurante hasta que en 2014 la prestigiosa Guía Repsol las premió con un Sol y, a partir de ahí, cambió su realidad.

Yo lloraba de la emoción cuando nos lo dijeron, pensaba que era una broma. Nadie creía en nosotras pero ellos sí y son especialistas. Nos prometimos a nosotras mismas luchar por mantenerlo”, confiesa Irene. Poco a poco, cuenta, llegaron clientes que a raíz del reconocimiento querían conocer el restaurante y su propuesta gastronómica gustó y fue creciendo.

El último  premio que han logrado es el de Sol Sostenible este pasado mes de febrero, algo que solo han conseguido otros cuatro restaurantes a nivel nacional y que reconoce la labor de profesionales que ponen la sostenibilidad en el centro de su labor y que supone “un chute brutal”, subraya Irene. “Es por muchas pequeñas acciones que hemos llevado a cabo, por compromiso y filosofía”.

En especial, por el proyecto Verde Espera, que se basa en utilizar las peras ercolinas de descarte, la variedad típica de Jumilla, para elaborar una bebida a medio camino entre la sidra y el vino blanco que merece la pena probar. Con ella también elaboran vinagre para realizar los encurtidos y escabeches que luego utilizan para varios platos de su carta.

 “Decir que hemos llorado por este proyecto es quedarse cortas. Pero el que nos hayan dado este reconocimiento le da una segunda oportunidad  y para nosotras es un empujón enorme”, destaca.

PROPUESTA GASTRONÓMICA

El planteamiento gastronómico lo tenían muy claro desde el principio: producto local y regional, técnicas actuales y un restaurante en el que poder mostar la cocina de Jumilla. “Hacemos platos con productos de aquí, es lo que queremos y lo que nos gusta, reivindicar lo nuestro. Una cocina de Jumilla pero con nuestro toque. Con el tiempo hemos evolucionado y eso se tiene que ver, pero no hemos cambiado el concepto. Hemos sido constantes y no hemos perdido el rumbo”, asegura Irene.

Disponen de dos menús gastronómicos. El menú ‘Origen’, que contiene los platos imprescindibles y que se mantienen en su carta a lo largo de los años. Entre ellos el tartar de gamba roja, rouille de almendras y bullabesa de sus cabezas; la sartén de calabaza, crema de ajos negros y huevo campero; el gazpacho al estilo Loreto con conejo y trufa negra o la pastela de cordero segureño al Ras El –Hanout y su demi glace.

El menú Inspiración’ tiene una selección especial de platos realizado por la chef e incluye el panipuri relleno de pisto y sardina ahumada; la alcachofa confitada, holandesa de cebolla tostada y jamón de cordero segureño o el canelón de pollo coquelet, foie, orejones y maíz. Además, incorpora siempre un pescado captura del día y una carne, pluma ibérica a la brasa con pesto de pistacho y shiitake encebollado.

Con su propuesta, su constancia y sus dos Soles Repsol (el gastronómico y el sostenible), se han convertido en un referente regional y han conseguido que Loreto sea el restaurante más destacado de Jumilla y alrededores. “Nos ha costado mucho. No hemos sido profetas en nuestra tierra, pero ahora sí nos sentimos reconocidas”, celebra Irene.

RESTAURANTE DE LORETO

  • Dirección: Calle Canalejas, 73, 30520 Jumilla (Murcia).
  • Teléfono: 968 78 03 60.
  • Menú: restaurantedeloreto.es.

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