La Denominación de Origen Protegida (DOP) Bullas ha comenzado la vendimia 2025 que se perfila como una de las más prometedoras de los últimos años. Las previsiones apuntan a una recolección cercana a los 4 millones de kilos de uva, lo que representa un aumento del 25% respecto a campañas anteriores, acompañado de una calidad sobresaliente gracias a las condiciones meteorológicas de este año.
El viñedo de la zona ha recibido un impulso decisivo tras las abundantes lluvias de primavera, con récords históricos de hasta 700 litros acumulados en algunos parajes. Estas precipitaciones han permitido que las cepas se recuperen del estrés hídrico sufrido en campañas pasadas, logrando un equilibrio vegetativo que se traduce en mayor producción y calidad.
Un inicio adelantado
La vendimia ha comenzado con un adelanto de entre 7 y 10 días en las variedades blancas y en las tintas tempranas, una tendencia que ya se había repetido en las dos últimas campañas. Entre el 25 y 28 de agosto se han iniciado los cortes de macabeo, así como de merlot y garnacha tintorera, esta última una de las primeras en abrir el calendario en la DOP Bullas.
En los próximos días se sumarán otras variedades como syrah, tempranillo, petit verdot o cabernet sauvignon, mientras que la monastrell, variedad emblemática de la denominación, mantiene su ciclo largo y no ha acusado en la misma medida los efectos de la ola de calor de agosto. Su momento de recolección todavía está por definir.
Desde el Consejo Regulador recuerdan que cada decisión en el campo es clave: la vendimia es un momento delicado, esperado y emocionante, del que depende la excelencia de los futuros vinos. Las perspectivas son optimistas: se espera elaborar vinos con gran equilibrio, estructura y expresión varietal, consolidando la posición de Bullas como una de las zonas más singulares del sureste español.