En un momento donde la oferta gastronómica de Murcia es cada vez más diversa y atractiva, La Abadía Brasserie ha conseguido en muy poco tiempo convertirse en uno de los favoritos de los murcianos. Y es que este es el segundo establecimiento que ha puesto en marcha la familia que hay detrás de la marca de embutidos Ibéricos La Abadía 1889 y que inauguró hace seis años en la calle Jaime I su primera incursión en la restauración. Si allí el tapeo es el protagonista, aquí han apostado por un concepto más evolucionado, también basado en sus productos, con la carne de cerdo ibérico 100% bellota como gran protagonista, carne de vaca premium y platos de inspiración internacional.

Situado en la plaza Mayor, en el local donde durante años se ubicó el mítico Don Camilo, La Abadía Brasserie invita a sus comensales a disfrutar de una experiencia relajante en un entorno cuidadosamente decorado. Con su aire moderno, pero sin perder el toque clásico que evoca a una brasserie francesa, el restaurante ofrece un espacio amplio y luminoso, con una atmósfera cálida y sofisticada. Es el lugar ideal para disfrutar de una comida ya sea para una celebración especial o para una velada tranquila en buena compañía.
“Nosotros somos una empresa familiar cuya actividad proviene del siglo XIX. Nuestro bisabuelo, José Sánchez Arróniz, era tratante y compraba y vendía cerdos por toda España. De ahí el nombre de nuestra marca, Ibéricos La Abadía 1889”, explica Ana Sánchez, propietaria del establecimiento.
El resto de generaciones continuaron con esa actividad, luego fueron ganaderos y más tarde comenzaron a comercializar sus propios productos, que elaboran en sus secaderos y bodegas en Guijuelo, la cuna del jamón ibérico en España, que atesora el 70% de toda la producción. Vendían en el canal horeca hasta que decidieron dar el paso y abrir su primer restaurante en Murcia en 2018 y después este hace tan solo unos meses. La idea era dar a conocer un producto que califican de “excepcional”.
“Yo siempre digo que es un concepto de slow food porque desde que nace un lechón 100% íbérico hasta que llega al comensal el plato de jamón, pasan de media seis años. Es un proceso largo, lento y artesanal. El jamón puede estar tres años en bodega con poca luz y controlando la humedad, igual que si fuera un buen vino”, explica Ana.
La raza aquí juega un papel crucial. Es la que hace que estos animales tengan la mejor vida posible para que luego el producto tenga una calidad excepcional. El cerdo 100% ibérico procede de un padre y una madre de raza ibérica, sin cruces con otras razas, que deben estar inscritos en el árbol genealógico del tronco ibérico, y se cría en la dehesa en libertad total. Algunos llegan a recorrer entre 2 y 4 kilómetros al día buscando comida y agua.
“Yo los visito cada año en la Serranía de Ronda, donde hay una densidad de arbolado espectacular y un índice pluviométrico muy alto. Y el cerdo 100% de bellota pela la bellota. Es muy exquisito y da un producto exquisito”, subraya. A cada cerdo, añade, se le mide el grado de infiltración de grasa y de ácido oleico, y sólo eligen para sus restaurantes los que tienen un mayor nivel de ambos.
Entre sus productos estrella, está el ‘lomito de bellota 100% ibérico’, una de las piezas más nobles y cotizadas por su sabor. Solo hay dos piezas por cerdo y suelen pesar unos 700 gramos que, tras el proceso de curación, pierde el 50%. Su gran calidad le ha hecho merecedor de varios premios. Junto con el lomito, su jamón de cebo 50% raza ibérica y su solomillo ibérico han recibido el premio Superior Taste Award, considerado como la ‘Guía Michelín‘ de los alimentos y bebidas, con tres estrellas doradas cada producto, el máximo reconocimiento dentro de sus categorías.
Cocina a las brasas con inspiración internacional
La apertura del restaurante ha sido, como apunta Ana, “un reto muy enriquecedor porque nos ha dado muchas satisfacciones”. Juan Carrasco, responsable de restauración, añade que “nuestros clientes nos demandaban un restaurante más serio. Aquello es más para un tapeo, aquí hay más cocina y además hemos añadido las brasas”.
Su oferta gastronómica no escatima en calidad ni en originalidad. Viajan constantemente por el mundo para traer las mejores elaboraciones, desde Argentina a Japón pasando por Francia o Italia. Y eso se nota en los platos de la carta, en la que tiene un gran protagonismo la carne. Seleccionan personalmente las piezas más nobles de carne de bellota 100% ibérica de su propia producción, disponen de wagyu de Kobe certificado, de carnes maduradas de vaca vieja, ternera y buey (solo cuando hay disponibilidad y aseguran su autenticidad).
“Nos gusta viajar mucho y traemos muchas ideas de fuera. Hicimos un viaje a Japón y probamos la carne de Wagyu y decidimos que teníamos que traer ese producto aquí. Y de Dubai nos surgió otra idea que es uno de los platos estrella”, cuenta Ana.
Disponen de entrantes clásicos como anchoa del cantábrico 00 extra, alcachofas la brasa con Idiazábal, brioche con panceta ibérica a la brasa, los tirabeques o la croqueta de jamón ibérico con trufa.
Entre sus principales destacan opciones como la presa, la pluma y el secreto ibérico 100% bellota hecho a la brasa, o el ‘Chuletón Tomahawk’ de lomo alto de vaca madurada con el hueso de la costilla que toma su nombre de las antiguas hachas de guerra de los indígenas de Norteamérica.
La ‘Experiencia 24 Kilates’, inspirada en su viaje a Dubai, es uno de sus platos estrella, un entrecôte premium de vaca madurada a la parrilla con finas láminas de oro acompañado de patatas fritas a la trufa. O el Wagyu japonés de Kobe certificado con guarnición de setas shimeji. Otra de sus especialidades también es el steak tartar de vaca vieja sobre tuétano.
Este mes de marzo ponen en marcha un menú los martes para poder degustar muchos de sus platos con el cerdo 100% ibérico. Incluye un entrante, un principal, postre, una bebida y café por un precio de 25 euros.
Además, el restaurante cuenta con una amplia carta de vinos y champán, en la que se incluyen bodegas locales, nacionales e internacionales. Las opciones van desde vinos de denominación de origen de la Región de Murcia hasta prestigiosas referencias internacionales, lo que permite a los comensales descubrir nuevos sabores y aromas y acompañar los platos de la mejor forma posible.
LA ABADÍA BRASSERIE – Pl. Mayor, 8. 30005 Murcia. T. 868 320 776 / M. 607 862 009. www.laabadiabrasserie.es.