Crear algo realmente nuevo en el mundo del vino no es tarea fácil. Pero en Casa Rojo la innovación forma parte de su ADN. Laura Rojo y José Luis Gómez, fundadores de esta bodega de la IGP Murcia con presencia internacional, acaban de lanzar esta semana al mercado una propuesta que rompe esquemas: un vino blanco elaborado a partir de uva tinta monastrell, la emblemática variedad de la Región de Murcia. Y el resultado es sorprendente: un blanco con alma tinta y mucha personalidad.
“Era el momento de hacer un vino blanco en nuestra tierra, con nuestra uva, y demostrar lo que hemos aprendido durante años trabajando con variedades blancas como albariño, godello o verdejo”, cuenta José Luis Gómez. “Somos unos enamorados del vino blanco, pero sobre todo somos gente que en el ADN llevamos la innovación y el buscar siempre algo nuevo. Hemos conseguido un gran blanco, complejo, con personalidad propia«, añade Laura.
Para ellos, trabajar con la monastrell no era una elección más, sino una cuestión de identidad. “Es nuestra uva, la más plantada en la región y la que mejor representa nuestra manera de entender el vino”, aseguran. La criatura se llama Minami Natsu y no es solo una rareza enológica, sino una declaración de intenciones. Esta nueva referencia es el resultado de un proceso complejo y valiente, donde se ha desafiado lo establecido para reinterpretar la monastrell desde una perspectiva totalmente diferente.
Un blanco con alma tinta
Después de más de una década elaborando vinos blancos en regiones como Rías Baixas, Valdeorras o Rueda, sentían que había llegado el momento de aplicar todo ese bagaje técnico en su propia tierra. “Llevamos muchos años adquiriendo conocimientos en distintas zonas, y era el momento de dar el salto y hacer un vino blanco en Murcia, con nuestra uva”, afirma José Luis.
El desafío que se propusieron era mayúsculo y elaborarlo requería una gran precisión técnica. “Hay que vendimiar antes del punto óptimo de maduración, cuando la piel aún no ha empezado a liberar color”, explica José Luis. “Eso implica asumir más costes, porque tienes que pasar varias veces por la misma parcela, y además controlar con mucho cuidado la temperatura en bodega para evitar que se tinte el mosto”. La clave, aseguran, está en enfriar las uvas desde el primer momento para evitar que se convierta en un vino rosado.
El resultado está en esa botella cuya etiqueta ha creado su hijo de año y medio, Tokio, un blanco singular que nace de una parcela plantada en 2014 alrededor de la bodega, al que dieron el nombre de Minami (al sur, en japonés), unas diez hectáreas de monastrell, garnacha, petit verdot y syrah. “Lo bonito es que, de esa misma viña, elaboramos cuatro vinos distintos según el momento de la vendimia: este blanco, un rosado, un tinto fresco y uno más potente”, detalla José Luis.
El vino ha sido ya presentado en la feria ProWein Düsseldorf, una de las ferias internacionales más importantes del sector. “La reacción ha sido muy positiva, a pesar de que apenas hemos dado a catar unas pocas muestras”, señala Laura. «Pero lo más importante, como siempre decimos, es que esté bueno. Que alguien lo abra en esa plaza de Murcia con una marinera y diga: ¡qué bien va esto!”, subraya.
Historia desde Japón
La historia de Casa Rojo comenzó en 2007, cuando Laura y José Luis se conocieron en Japón y decidieron construir un proyecto en común. Fundaron oficialmente la empresa en 2011, tras recorrer España para conocer en profundidad variedades, estilos y territorios. “En el mundo del vino solo hay una vendimia al año. Durante años recorrimos distintas zonas para poder probar y aprender”, recuerdan.
Su etiqueta más conocida sigue siendo MachoMan Monastrell, con una producción de 100.000 botellas al año. “No hemos querido aumentar esa producción. Hacer vino no es como hacer camisetas. Es la traslación del viñedo a la botella. Queremos ser fieles a ese proyecto”, apunta José Luis. Junto a Tintafina, su versión femenina en Ribera del Duero, MachoMan ha dado forma a la identidad estética, creativa y comercial de la bodega.
Un espumoso de monastrell en camino
Con Minami Natsu comienzan una nueva etapa. Se los siente emocionados con lo que han conseguido y con lo que está por llegar. De hecho, Casa Rojo ya ha solicitado a la Consejería de Agricultura de la Región de Murcia la inclusión de los vinos espumosos en el pliego de condiciones de la IGP Murcia. El objetivo es elaborar un espumoso de monastrell, una categoría inédita que podría hacerse realidad en la próxima vendimia. “Si todo va bien, en la próxima vendimia podríamos empezar a elaborarlo”, augura Laura.
En Casa Rojo aseguran que su objetivo es elaborar el mejor vino del mundo. «Nosotros elaboramos nuestro estilo de vino», recalca Laura. De momento, tienen 17 referencias distintas, cada una con su estilo, su historia y su personalidad.
“Esperamos que este blanco guste mucho y que la gente se anime a visitar nuestras bodegas en Murcia o en Ribera del Duero. Nos encantaría contarlo en primera persona”, señala José Luis. “Y, quién sabe, quizás dentro de 25 años sea nuestro hijo quien esté aquí presentando la 26ª añada de Minami Natsu”, concluye Laura.
CASA ROJO
📍 Carretera de La Zarza, km 7, 30520, Jumilla, Murcia.
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